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LESIÓN DE RODILLA COMPLICADA
La tríada, o también conocida como “Unhappy Triad”, es una de las lesiones de rodilla más complejas que existen. En esta lesión resultan dañados elementos claves de la articulación de la rodilla: el ligamento lateral interno, el menisco y el ligamento cruzado. Por lo general, esta lesión se desencadena por un movimiento de giro de la rodilla. El tratamiento resulta complicado y va a depender de varios factores, como la gravedad de las lesiones individuales que se tengan. Para estos casos, las órtesis de rodilla ayudan a la estabilización y descargan la articulación durante el proceso de recuperación.
CAUSAS DE LA TRÍADA
La tríada como lesión combinada se compone por tres lesiones individuales:
1. Desgarro del ligamento cruzado anterior (LCA)
2. Desgarro del ligamento lateral interno (LLI)
3. Lesión del menisco interno
Esta lesión sucede generalmente cuando la rodilla está ligeramente flexionada, la pierna se encuentra en posición X y la rodilla se gira hacia fuera con la pantorrilla en reposo (estrés valgo).
Es muy difícil que se produzca en alguna actividad del día a día y principalmente se da entre esquiadores o entre deportistas que practican deportes de contacto con balón, como el fútbol.
SÍNTOMAS DE UNA TRÍADA
Al momento de ocurrir la lesión muchas veces se puede llegar a escuchar un sonido tipo “plop” y es causado cuando se han desgarrado los ligamentos. Posterior a esto, el resto de los síntomas aparecen de forma rápida, se observa una severa inflamación y un dolor intenso.
Lo movimientos comienzan a ser limitados, tanto para la flexión como para la extensión, porque la propia inflamación lo impide junto al dolor insoportable que se siente.
Al intentar caminar o pararse, a menudo la rodilla cede al estar inestable. Por norma general se sufre un derrame hemático, que también puede surgir en los primeros días tras el accidente.
De las primeras medidas a tomar en caso de una tríada, es elevar la rodilla y colocarse hielo. Debe ser inmovilizada provisionalmente, en posición de extensión y no volver a someterla a carga.
DIAGNÓSTICO DE UNA TRÍADA
El especialista realizará inicialmente algunas preguntas para conocer las circunstancias precisas de la lesión, la secuencia del accidente y así poder determinar si corresponde a una tríada.
El examen corporal es lo siguiente, que permitirá evaluar las estructuras de la articulación de la rodilla. Mediante tomografía por resonancia magnética (TRM) se puede realizar una evaluación del estado de los ligamentos, los meniscos y los cartílagos.
TRATAMIENTO DE UNA TRÍADA
Tratamiento conservador:
Este es sin intervención quirúrgica y será en el caso de que las lesiones internas se puedan tratar sólo con medicamentos, fisioterapia, vendajes de apoyo o rodilleras (órtesis) y tonificación muscular dirigida en combinación con vendajes y órtesis para la curación.
Tratamiento con intervención quirúrgica:
Por norma general, los desgarros del ligamento cruzado y el menisco no se curan por sí mismos. En determinadas situaciones, es necesario realizar una intervención quirúrgica con posterior rehabilitación.
La operación para la tríada suele realizarse en la mayoría de los casos mediante artroscopia. El ligamento cruzado desgarrado se coserá o se sustituirá, y se retirarán los fragmentos desprendidos del menisco. La intervención solo requiere pequeñas incisiones cutáneas, disminuyendo así el riesgo de infección y los tiempos de curación de las suturas por intervención quirúrgica.
El ligamento lateral suele sanar sin necesidad de medidas quirúrgicas. Tras una operación, es necesaria una prolongada fase de recuperación con fisioterapia y utilizar órtesis para la estabilización y la descarga de la articulación de la rodilla.
El uso de una órtesis de rodilla protege, descarga y permite además un aumento muy progresivo de la carga de la articulación de la rodilla al poder ir regulando el ángulo de flexión y extensión. En función de la gravedad de la rotura del menisco, se aplicarán medidas conservadoras o quirúrgicas para el tratamiento.
COMPLICACIONES DERIVADAS DE UNA TRÍADA
Si la inestabilidad estructural de la articulación no se logra compensar con entrenamiento muscular, normalmente se procede a realizar una cirugía. Si ésta no se realiza, en el largo se generará artrosis debido a que los cartílagos se cargarán desproporcionadamente y terminarán desgastándose. Sin la capa de protección, los huesos se friccionan entre sí, unos con otros, lo que causa dolores intensos y un desgaste que genera un daño irreversible.
ORTESIS PARA SOPORTE DE LA RODILLA
Las órtesis ayudan significativamente al tratamiento de una tríada.
Estabilizan la articulación de la rodilla en la fase de curación, tratamiento o tras una intervención quirúrgica.
La prestigiosa marca alemana Bauerfeind cuenta con órtesis específicas como la SecuTec Genu. Esta órtesis estabiliza la articulación de la rodilla desde fuera y contribuyen de manera útil y significativa a la curación de la lesión.
La SecuTec Genu está compuesta por aluminio ligero con un agradable acolchado para la piel, transpirable y cómodo, no resbala y es fácil de llevar. Tiene un elemento acolchado, en caso de que tras una intervención la zona de la articulación quede inflamada.
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